El diario El País difundió nuevos audios en los que se revelan las negociaciones que realizó el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin y su familia para evitar los procesos judiciales a los que estaban sometidos y poder acceder a criterios de oportunidad en México.
En dichas grabaciones se explica que los primeros contactos se dieron en el segundo semestre de 2019, cuando el exfuncionario de la administración de Enrique Peña Nieto se encontraba prófugo en Europa y su madre, Gilda Margarita Austin, se encontraba presa en una cárcel de Alemania.
Las conversaciones grabadas e informes internos a los que tuvo acceso el diario español muestran cómo se gestó el acuerdo con el exdirector de Pemex.
La familia Lozoya recibió instrucciones de parte del fiscal general Alejandro Gertz Manero y del subprocurador Juan Ramos, para que los tres familiares pudieran llevar sus procesos judiciales sin la necesidad de estar en una prisión y además congelar otras siete denuncias de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Para ello, la FGR creó un cerco contra Emilio Lozoya mediante órdenes de aprehensión en contra de su madre y su hermana, Gilda Lozoya Austin, para que se viera forzado a negociar con las autoridades mexicanas.
Asi fue que el 28 de octubre de 2019, el patriarca Emilio Lozoya Thalman habló con la asistente del subprocurador Juan Ramos, para poder tener una reunión y presentarle una información que le pidió el fiscal.
Dos días después, Lozoya padre se comunicó con la asistente de Gertz Manero para avisarle sobre la reunión con Ramos, y pidió también una cita, que quedó agendada para el 31 de octubre en la cual se verían el titular de FGR, Lozoya Thalman y Juan Ramos.
El 31 de octubre se reúnen los tres y horas más tarde, Lozoya padre llama a Ramos para avisarle, que tal y como lo acordaron, está reuniendo los papeles solicitados para extraditar a su hijo y esposa a México y obtener un arresto domiciliario para ambos.
Ramos le explica a Lozoya Thalmann que, al momento de llegar su esposa a México, ésta acudirá a un tribunal y sus abogados deberán pedir un arresto domiciliario: “Yo le adelanté esto porque no sea que sus abogados no se lo pidan (arresto domiciliario) y cuando lleguen a la audiencia no lo tengan y pidan una cosa que no justifiquen; por eso yo se lo adelanté”, comentó.
Asimismo, le aclara que la FGR no intercederá a su favor en la audiencia para que no se interprete que los está defendiendo.
El 1 de noviembre, tras acordar los términos de la extradición y la prisión domiciliaria, ocurrió la llamada que se publicó en junio pasado donde el fiscal Alejandro Gertz Manero le reclamó a Lozoya Thalman por tramitar un amparo para él y su hijo, por lo que le pide que no siga “las jugadas de ese pinche bandido del abogadete ese (Javier Coello Trejo)”.
En otro audio fechado ese mismo día, Thalmann le explica al subprocurador Juan Rosas que ya le pidió disculpas al fiscal y que estaba cumpliendo con la indicación de desistirse del amparo tramitado por su abogado Javier Coello Trejo un día antes de la reunión del 31 de octubre.
El último audio presentado por El País, corresponde a los meses en los que estuvo detenido Emilio Lozoya Austin en España y en los que Lozoya Thalman se cita con el subprocurador Juan Rosas.
En una comunicación telefónica con su esposa Margarita Austin, Lozoya Thalmann le dice que ya está todo arreglado para que ese mismo día en la noche esté en su hogar.
Luego de que la FGR ordenó la detención de Emilio Lozoya y su hermana Gilda, en mayo de 2018, las autoridades comenzaron un estricto seguimiento de las acciones que realizaba la familia Lozoya, al conseguir cientos de comunicaciones de familiares y trabajadores cercanos al núcleo familiar.
De esta manera, la fiscalía consiguió una conversación en la que el padre del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Thalmann, reclamaba una persecución en contra de su esposa detenida en Alemania:
“Da la impresión de un pacto en que engañan al presidente (López Obrador) y se protege al expresidente (Peña Nieto), al ex secretario de Hacienda Videgaray, y a otros”.
Los elementos federales interceptaron una llamada hecha el 23 de julio de 2019 en la que la secretaria de Lozoya Austin refiere que hay un plan para sacar del país a la hermana de éste.
Un mes después, el 30 de agosto, las autoridades catearon la casa del esposo de Gilda Lozoya, pero no la encontraron ahí. Sin embargo, lograron interceptar una llamada en la que el esposo pide asesoría legal sobre qué hacer si le preguntaban el lugar donde estaba su esposa, a lo que una persona le recomendó contestar “que no sabía sobre la ubicación”.