La presidenta de Morena Puebla, Olga Lucía Romero Garci-Crespo se esfuerza por poner su mejor cara ante los medios de comunicación, pero de una forma u otra, la verdad siempre sale a relucir. La Monina, también alias “medio metro”, siempre es traicionada por su lenguaje corporal y sus verdaderas intenciones salen a relucir.
El cuerpo siempre habla y acompaña al discurso, lo refuerza, o lo traiciona, y en el caso de la Monina, su cuerpo siempre termina por traicionarla. Ella afirma que trabaja en pro de los pobres y por su partido, pero sus fotos siempre lucen forzadas cuando aparece cerca de personas sencillas y de pocos recursos.
Cuando sale los acompañantes son políticos o funcionarios, su sonrisa también luce forzada, falsa como sus nobles intenciones. La “medio metro” tiene perversas intenciones y su sonrisa falsa es evidente en la mayoría de las fotos de sus redes sociales. Su mandíbula luce tensa, al igual que sus mejillas. Mientras sus ojos son toralmente inexpresivos y no son parte de su sonrisa.
La Monina bien podría ser una actriz de melodramas baratos, pero ¿Cuánto le duraría el gusto y cuánto podría aguantar? Sin duda esta mujer está acostumbrada a vivir de la pose, de la apariencia, pero el único fin es aumentar su fortuna, solo la desmedida codicia mueve a esta “medio metro”.