Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas
Existen cuatro datos relevantes de la política económica. El dinamismo del precio de la canasta básica y de la gasolina son indicadores base del bienestar poblacional y de la estabilidad en los costos de producción.
De manera simultánea, los ingresos tributarios y el comportamiento de la deuda pública son parámetros de la actividad económica y de los requerimientos adicionales del sector público. Los cuatro datos permiten una radiografía fidedigna de la política económica sexenal.
Así, el precio de la canasta básica durante el sexenio mostró un repunte continuo como resultado de eventos exógenos como la pandemia y alza de insumos básicos y energéticos en el exterior.
Los datos son desalentadores: Para una persona con ingresos en la línea de pobreza la inflación estimaciones de diciembre 2018 hasta agosto del 2023 señalan un incremento del 27% para la zona urbana y del 31% para el área rural.
Es decir, mientras la inflación acumulada en el periodo de 2018 a agosto de 2023 se sitúa en 28.41%, la canasta alimentaria para el área urbana presentó incremento de 43% y 39% en el área rural. Esto al pasar de 1, 556.24 a 2,220.46 en las urbes y de 1,218.47 a 1,699.49 en las zonas rurales acumulado en el periodo descrito.
Actualmente, el costo de la canasta básica en el mes de enero se ubicó en $4,275.97 en las urbes y 3,074.51 en el área rural.
En cuanto a los costos de gasolina vale mencionar que la variación del precio de la gasolina en México entre diciembre 2018 al mes de agosto del 2023 fue del 17% para la Magna y del 19% para la Premium.
Otra cifra clave para entender el rumbo actual de la política económica en México es la de los ingresos del sector público. Si se contabilizan en forma anual de 2019 a 2022 muestran una tasa de crecimiento real promedio del 2.1%. Como porcentaje del PIB, los ingresos totales en promedio son del 22.1% y los tributarios del 13.2%.
Al primer semestre del 2023 los ingresos tributarios corresponden al 65.7% de los ingresos totales; el ISR representa el 60.6% del total de ingresos tributarios, mientras el IVA participa con un 44.2%. Ambos impuestos muestran una tasa de crecimiento del 2.9% y del 2.1%, respectivamente. Mientras en el primer semestre se observa un mayor crecimiento real, 5.6% para el ISR y 2.7% para el IVA.
En cuanto a la evolución de la deuda pública se puede observar desde la variación de los saldos anuales, la estructura porcentual y la proporción del PIB.
A pesar de la reducción de la deuda externa del 36% al 30% respecto al total, se muestra un incremento mayor en el saldo de la deuda total expresado en dólares, que es un mejor indicador del valor real del cambio, aumenta en promedio anual un 7% con un pico de 11.9% en el 2022. Respecto a la proporción del PIB, se incrementa la participación al pasar del 45.6% en el 2018 al 48.3 en el 2022.