El movimiento islamista Hamás dijo el lunes que aceptó una propuesta de alto el fuego en la Franja de Gaza, horas después de que el ejército israelí ordenase la evacuación del este de Rafah tras semanas advirtiendo de que lanzará una invasión en esta ciudad donde se hacinan cientos de miles de desplazados.
“Ismail Haniyeh, jefe del buró político de Hamás, conversó por teléfono con el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, y con el ministro egipcio de Inteligencia, Abas Kamel, y les informó de que Hamás aprobó su propuesta de acuerdo de alto el fuego” en Gaza, según un comunicado publicado en la página web del movimiento islamista.
“La pelota está ahora en el tejado” de Israel, declaró un responsable de Hamás bajo condición de anonimato. Israel no reaccionó inmediatamente a este anuncio.
En la mañana del lunes, el ejército israelí había informado que comenzó “una operación de alcance limitado para evacuar temporalmente a los residentes en la parte oriental de Rafah”.
Esta evacuación se considera el preludio de una operación terrestre esta ciudad fronteriza con Egipto, que, según reiteró el ejército israelí este lunes, es esencial para “destruir los últimos cuatro batallones” del movimiento islamista en el territorio palestino.
Un vocero militar estimó que “unas 100 mil personas” estaban siendo evacuadas de Rafah, donde la ONU calcula que viven alrededor de 1.2 millones de personas.
El ejército declaró que amplió “la zona humanitaria a Al Mawasi”, una localidad situada sobre la costa a unos diez kilómetros de Rafah.
La ONU aseguró que ese lugar “ya está superpoblado” y que es “imposible realizar una evacuación masiva de esta magnitud de forma segura”.
“Es inhumano. Va en contra de los principios fundamentales del derecho internacional humanitario y de las leyes de los derechos humanos”, afirmó por otra parte el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
EUA en contra de invasión
Esta orden de evacuación “presagia lo peor: más guerra y hambruna”, declaró este lunes el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, que instó a Israel a abstenerse de lanzar la ofensiva terrestre.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que invadirá Rafah, pese a las preocupaciones expresadas por Estados Unidos, su principal aliado, y por la comunidad internacional sobre el destino de los civiles refugiados en esta localidad.
La Casa Blanca indicó el lunes que el presidente estadounidense, Joe Biden, “reiteró su posición clara” en contra de esta operación a Netanyahu durante una conversación telefónica.
La presidencia de la Autoridad Palestina pidió a Estados Unidos “que intervenga para evitar esta masacre”.
Un representante de la Media Luna Roja palestina en el este de Rafah aseguró que “los habitantes están evacuando aterrorizados, en medio del pánico”, estimando que la zona designada por el ejército israelí afecta a unas 250 mil personas.
“Miles” de personas están abandonando la zona tras ataques aéreos de israelíes, añadió más tarde Osama al Kahlut.
Israel examina la propuesta
Israel afirmó el lunes que, aunque la propuesta de tregua en la Franja de Gaza que ha aceptado Hamás está “lejos de las exigencias israelíes”, enviará una delegación con los mediadores para hablar de todas las posibilidades.
En redes sociales circulan videos que muestran a cientos de israelíes salir a las calles para exigir al gobierno aceptar el acuerdo de alto el fuego aceptado por Hamás.
“Israel enviará una delegación (…) con los mediadores para agotar las posibilidades de alcanzar un acuerdo” de tregua, “incluso si la propuesta de Hamás está lejos de las exigencias esenciales” israelíes, indicó la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu en un comunicado. El gabinete de guerra “decidió seguir con la operación en Rafah para ejercer una presión militar contra Hamás”, agregó.
Ciclo de negociaciones
La guerra fue desencadenada el 7 de octubre, cuando comandos islamistas lanzaron un asalto en el sur de Israel en el que murieron mil 170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un balance basado en datos israelíes.
Las autoridades de Israel estiman que, tras un canje de rehenes por presos palestinos en noviembre, 128 personas permanecen cautivas en Gaza, de las 35 fallecieron desde entonces.
La ofensiva de represalia lanzada por Israel en respuesta al ataque ya ha dejado 34 mil 735 muertos en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio gobernado palestino por Hamás.
El ciclo de negociaciones en El Cairo, mediadas por Estados Unidos, Catar y Egipto, para tratar de acordar un cese el fuego y la liberación de rehenes israelíes cautivos en Gaza terminó el domingo sin avances concretos.
Hamás seguía insistiendo en que un cese el fuego debe ser definitivo e Israel mantiene su promesa de aniquilar al movimiento islamista.
El primer ministro israelí afirmó el domingo que aceptar las “exigencias” de Hamás para poner fin a la guerra en Gaza equivaldría a “rendirse”.