Parte caravana migrante desde Tapachula como presión antes de elecciones

Una caravana con cientos de migrantes cubanos, centroamericanos y venezolanos partió este viernes de la frontera sur de México para presionar en vísperas de las elecciones del domingo.

Los migrantes, incluyendo mujeres con niños y hombres con maletas y agua, salieron de Tapachula, la mayor ciudad en el límite con Centroamérica, para avanzar de forma apresurada por la carretera federal 200 antes de los comicios.

El hondureño Cristian Sierra contó a EFE que van sin activistas o guías acompañantes, a diferencia de otras caravanas que parten de forma organizada.

“Se tomó la decisión de salir por muchos motivos, porque los permisos se están retrasando y, la verdad, ya hay muchas personas en el mismo sitio y no es conveniente, tomamos la decisión de salir porque es la única esperanza que tenemos», manifestó.

Los extranjeros expresaron su preocupación por las posibles detenciones de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de policías estatales, aunque afirmaron que van de manera pacífica y ordenada.

Orlando, de Cuba, aseveró que estuvo un año en Tapachula para gestionar un trámite en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), pero prefirió salir con sus compatriotas con un carrito con sus pertenencias.

Denunció que las autoridades perdieron sus documentos y solo le notificaron de la ausencia de sus papeles con un correo electrónico.

“Imagínate que llevo un año, nada, ni negado, se desaparecieron mis papeles y me avisaron por un correo, cuando fui y me preocupé me dijeron: ‘tus papeles están vencidos’. Y ahí quedó, yo nunca me he movido de Tapachula», expuso a EFE.

«Ahora caminar es la única vía, mano, no te dejan coger un auto, nada», agregó.

Las autoridades mexicanas intensifican sus operativos de seguridad en las carreteras y en la frontera sur antes de las elecciones del domingo, que serán las más grandes en la historia del país porque más de 98 millones de votantes están llamados a renovar más de 20 mil cargos, incluyendo la presidencia y el Congreso.

El Gobierno mexicano elevó en casi un 200% anual su detección de migrantes irregulares en el primer trimestre de 2024, cuando interceptó a más de 360 mil.