Responsables de sostenibilidad de grandes empresas reconocen el papel crucial de las startups y las Climatech en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de las Naciones Unidas.
Las Climatech están ocupando un lugar cada vez más relevante como aliados de grandes empresas en la búsqueda de un futuro sostenible. Mientras las corporaciones tradicionales avanzan con cautela hacia modelos de negocio más circulares, estas startups innovadoras experimentan con tecnologías y modelos disruptivos para abordar problemas ambientales urgentes. Desde la escasez de agua hasta la eficiencia energética, la reducción de emisiones de carbono y la gestión de residuos, las Climatech están liderando la búsqueda de soluciones creativas frente al cambio climático en áreas como zero waste, neutralidad de carbono y agua neta positiva.
La combinación ideal: innovación y acción
Responsables de sostenibilidad de grandes empresas reconocen el papel crucial de las startups y las Climatech en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de las Naciones Unidas. Su capacidad de innovación, agilidad y enfoque en problemas críticos que están en el centro de la crisis climática las convierten en socios estratégicos para impulsar la sostenibilidad empresarial.
Aunque se asume que las empresas más grandes cuentan con más recursos y capital, también enfrentan la responsabilidad de alcanzar metas ambiciosas en materia ambiental. Es aquí donde las startups se vuelven muy valiosas para ayudar a alcanzar los objetivos. Sin embargo, estas empresas emergentes, muchas veces financiadas de forma privada, operan con márgenes de ganancia reducidos, y por lo tanto también requieren aliados estratégicos que confíen en su visión e inviertan en sus proyectos para catapultar su crecimiento y escalar sus soluciones.
Paola Flores Hernández, Climate Adaptation Manager de Kilimo —una Climatech latinoamericana que se enfoca en mejorar la eficiencia del uso del agua en la agricultura mediante tecnología y proyectos de acción colectiva—, afirma que «las empresas tradicionales desempeñan un papel crucial cuando se convierten en ‘early adopters’ de startups y Climatechs como Kilimo, al impulsar la innovación en soluciones y modelos de negocio sostenibles, al mismo tiempo que alcanzan objetivos de ESG».
Alianzas por la seguridad hídrica
La escasez de agua en Latinoamérica, exacerbada por el cambio climático, demanda una gestión hídrica más eficiente, especialmente en el sector agrícola, consumidor del 75% al 85% del agua en la región. Algunos países enfrentan una situación aún más crítica. En México, por ejemplo, el 76% del agua dulce se destina a la agricultura, pero entre el 40% y el 60% se pierde debido a ineficiencias en el riego. Jairo Trad, CEO y cofundador de Kilimo, enfatiza que la agricultura debe ser un eje central en cualquier estrategia para abordar la seguridad hídrica.
“Lo que hoy podemos saber a través de la tecnología es que cuando el riego es por tendido se puede perder hasta el 60% de agua. Pero cuando se pasa a un riego por goteo, se puede alcanzar una eficiencia entre el 20% y 30%. Y cuando añadimos una tecnología al riego, como la plataforma de Kilimo que ayuda a hacer recomendaciones precisas de riego con información climática satelital, se puede minimizar ese ineficiencia a menos del 5%”, asegura Paola Flores.
Climatechs como Kilimo han logrado avanzar de manera importante en la coordinación de proyectos de acción colectiva con empresas trasnacionales de la industria de alimentos y otras grandes tecnológicas como Intel, Microsoft y Amazon, que tienen entre sus metas de sostenibilidad: ser agua neta positiva.
Desde 2014, Kilimo ha restaurado una cantidad considerable de agua en países de toda la región como Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Uruguay, y se ha comprometido a restaurar 350 millones de metros cúbicos en cuencas críticas para 2030, (lo equivalente a 140,000 piscinas olímpicas). Su modelo de negocio demuestra cómo la colaboración entre startups y grandes empresas puede impulsar la innovación y generar un impacto positivo en la lucha contra la crisis climática.