Al menos 13 personas fallecieron a la fecha a causa de la severa ola de calor que golpea desde hace dos semanas a Estados Unidos, según autoridades, mientras la calidad del aire en el territorio empeora debido a incendios forestales en la vecina Canadá, atribuidos por expertos al cambio climático.
La mayor cantidad de víctimas, once, se registró en el condado de Webb, sur del estado de Texas (sur), frontera con México.
“Hubo 10 muertes relacionadas con el calor que eran residentes del condado de Webb, y la undécima muerte fue la de una persona de un condado vecino llevada a un hospital local nuestro”, dijo a la AFP una portavoz de esa jurisdicción.
En tanto, un adolescente, falleció la semana pasada cuando hacía senderismo en el parque texano Big Bend, cuando las temperaturas superaban los 40ºC. Su padre también falleció, pero en un accidente de tránsito cuando iba a buscar ayuda.
La semana pasada, en el vecino estado de Luisiana (sur), murió una mujer de 62 años tras una tormenta que dejó sin energía -y por consiguiente, sin aire acondicionado– a miles de familias. “Fue hallada el 21 de junio en una área que no tuvo energía por un prolongado periodo de tiempo. Su muerte estuvo relacionada con el calor“, informó el Departamento de Salud de Luisiana.
La sensación térmica de los últimos días rondó 45ºC en el sur de Estados Unidos. En varias ciudades de Texas, como Houston -2.3 millones de habitantes-, las autoridades pusieron a disposición ciudadana sus instalaciones con aire acondicionado, en caso alguna persona no cuente con energía o el artefacto.
El pavimento de algunas vías en Houston sufrió rajaduras debido al excesivo calor, indicaron autoridades.
En tanto, al norte, Canadá enfrenta la peor temporada de incendios forestales de su historia, atribuidos, entre otros factores, al excesivo calor.
El humo se desplaza hacia el sur, y territorios desde el centro oeste hasta la costa este de Estados Unidos, donde residen más de 120 millones de personas, permanecían bajo alertas de calidad del aire.
Este viernes, la calidad del aire en ciudades como Nueva York o Filadelfia era considerada insalubre, según la plataforma gubernamental Airnow.
Recientemente se emitieron alertas desde Ontario, el norte de Minnesota y Michigan hasta Nueva York y los estados del sureste de Carolina del Norte y Georgia, sumándose a la lista gran parte de las localidades en la región de los Grandes Lagos de América del Norte.
El humo de los incendios forestales también se ha desplazado a través del Océano Atlántico sobre países europeos, incluidos Portugal y España.