Las vacaciones de navidad son maravillosas; nos permiten reencontramos con amigos y familiares. Pasando las fiestas, es común idear rutinas y hábitos para mejorar nuestra salud en el nuevo año. La pérdida de peso y el ejercicio son de los propósitos más comunes.
«El control del peso consiste en entender el componente genético, así como nuestra lucha con la fuerza de voluntad», dice la Dra. Jeffeea La Dra. Gullet, médica de atención primaria del Hospital Houston Methodist. «Perder peso puede ser muy difícil». Con eso en mente, la Dra. Gullet nos brinda ciertos consejos para mantenernos saludables después de las fiestas.
Detén los malos hábitos de raíz
Para cambiar los hábitos poco saludables, la Dra. Gullet recomienda adoptar un enfoque de terapia cognitivo-conductual (TCC) que sirve para tomar conciencia de nuestros pensamientos y hábitos en torno a la salud.
«Es importante ser conscientes de nuestra alimentación», explica la especialista. «El primer paso para mejorar nuestras decisiones es reconocer el impacto de las emociones y comportamientos, sobre nuestra salud”.
Detectar todos esos hábitos «sin sentido», es importante. Y analizar nuestro comportamiento al comer, puede ser el inicio de un año nuevo saludable. Una vez que hayas identificado los pensamientos y patrones que te impulsan a comer alimentos nada sanos, haz un plan para interrumpir esos comportamientos antes de que ocurran.
La Dra. Gullet sugiere publicar una lista de «intercambios inteligentes» en el refrigerador para recordarnos que deberíamos elegir una manzana en lugar de papas fritas, por ejemplo.
Construye un estilo de vida saludable
Estar saludable va más allá de perder peso. De hecho, los expertos dicen que perder peso debería ser un efecto secundario beneficioso de estar saludable.
«Cuando eliges un paseo en lugar de un postre, estás desarrollando hábitos saludables que se convierten con el tiempo en un estilo de vida», explica la especialista del Hospital Houston Methodist. Estos son los pasos a seguir para comenzar:
1. Establece objetivos inteligentes y realistas.
Para asegurarte de que estás progresando, establece objetivos inteligentes, es decir: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un límite de tiempo. Por ejemplo: camina enérgicamente en una caminadora durante 45 minutos, cinco días a la semana, durante los próximos 30 días.
2. Opta por opciones de alimentos saludables.
Cuando se trata de nutrición, hay mucha desinformación en la web. Y las dietas de moda pueden dañar tu salud. Mejor sigue estos consejos realistas de alimentación:
■ Evita los alimentos procesados y el azúcar.
■ No cuentes calorías.
■ Come más alimentos de origen vegetal: frutas, verduras, frijoles y lentejas.
■ Dale prioridad a la fibra en tu dieta.
3. Haz ejercicio cinco días a la semana.
Trata de hacer 30 minutos mínimo de ejercicio por día, al menos cinco veces por semana. Incorpora tanto el entrenamiento de resistencia como el cardio, manteniendo una frecuencia cardíaca elevada (180 menos tu edad). Tu nivel de esfuerzo debe ser lo suficientemente alto como para que sea difícil mantener una conversación estable. Caminar, correr, andar en bicicleta y nadar son excelentes ejercicios cardiovasculares.
Si los esfuerzos por mantenerte saludable en casa no tienen éxito, podría favorecerte el hablar con un médico de atención primaria y evaluar juntos tu proceso de pérdida de peso; él te dirá si te beneficiaría, incluso, acercarte a un especialista en pérdida.