Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no filantrópicas (CESCIJUC).
La inclusión no responde sólo a un principio humanitario de igualdad de oportunidades. Se relaciona estrechamente con la heterogeneidad y generación de nuevas formas de pensar. Esto genera sinergias de innovación continua en las organizaciones y abona a la vigencia de soluciones.
Las empresas comprometidas con la diversidad y la inclusión superan a las que no lo están en factores cruciales como productividad, ventas y retornos de inversión. Pero los beneficios de tener una fuerza laboral diversa se extienden más allá de lo financiero. Existe una fuerte correlación entre la diversidad en los roles de liderazgo influyentes de las empresas y los múltiples indicadores de impacto holístico en los componentes de la fuerza laboral, la comunidad y el medio ambiente. Esto es: abonan a los criterios de RSE y mejoran el ambiente laboral.
Los equipos diversos, con sus experiencias, perspectivas y conocimientos únicos, tienden a aportar ideas más innovadoras en comparación con grupos más homogéneos. Se requiere una amplia visión para asegurar respuestas más efectivas del mercado a medida que sus expectativas crecen. Y esto sólo se posibilita con la mente divergente.
Ahora, la heterogeneidad inicialmente se asumió como la unión de personas con distintas formaciones profesionales. Aunque es un principio válido, se debe impulsar la integración de distintos géneros, personas con orígenes diferentes, credos, generaciones y estilos de trabajo diversos. Es la punta de lanza a nuevas soluciones, ideas y propuestas.
Incluso en sectores altamente tradicionales como la banca o las finanzas, se comienzan a considerar formas de pensamiento no convencionales o altamente arraigadas en la gestión, como el pensamiento creativo. Existe la convicción de que el pensamiento innovador permite un mejor rendimiento y productividad.
Un gran logro al respecto se generó con la integración de distintos grupos etarios al trabajo. La convivencia entre baby boomers y zetas, por ejemplo, abrió nuevas expectativas y logros en figuras como el couching empresarial y el mentorazgo.
Es verdad que a nivel meramente financiero la inclusión reporta al menos 27% de crecimiento financiero en las corporaciones, pero también presenta ventajas sólidas en el clima laboral y en funciones primordiales como la comunicación efectiva, diversidad de pensamiento y habilidades, creatividad, Innovación y Productividad
De manera simultánea, la inclusión logra la colaboración global y conexión de equipo, necesarias para asegurar la sostenibilidad de la organización.
En la inclusión no se limita a mejores resultados financieros o la proclividad a un necesario humanismo y respeto por todos. Trasciende a todas las áreas funcionales de las organizaciones y cimenta una sólida y sostenible cultura laboral. Conforma un esqueleto fuerte de respeto y riqueza continua.