Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, Consultoría de políticas públicas.
La inteligencia artificial (IA) se refiere a la capacidad de una máquina para realizar funciones cognitivas que normalmente asociamos con los humanos. Una de las más nuevas es la IA generativa (gen AI), que utiliza entradas no estructuradas y genera salidas como texto, imágenes, audio, vídeo y código informático que normalmente no se representan en las filas y columnas de una hoja de cálculo o en base de datos.
La promesa de la IA genérica se hizo evidente a finales de 2022, cuando OpenAI lanzó ChatGPT, un servicio que responde a las preguntas e instrucciones de los usuarios con respuestas escritas notablemente humanas.
Desde entonces, la IA es noticia y entusiasma a los mercados. Los inversores acuden en masa a las empresas que desarrollan IA avanzada y, en particular, a las que se centran en la IA gen.
Así, las inversiones de capital en esa tecnología saltaron de 5.000 millones de dólares en 2022 a 36.000 millones de dólares en 2023. A principios de 2024, ChatGPT tenía más tráfico web que gigantes como Netflix, Pinterest y Twitch, según una encuesta de FlexOS sobre el uso de plataformas de IA gen.
Predecir el futuro de una industria que tan recientemente captó la atención del mundo es difícil. Sin embargo, a pesar de esta incertidumbre, ya existen oportunidades identificadas a lo largo de la cadena de valor de la IA genérica, incluida la creación de aplicaciones de usuario final y centros de modelos y el suministro de herramientas para operaciones de aprendizaje automático o modelos de lenguaje grande (LLM).
Existen oportunidades adicionales para nuevas aplicaciones de las tecnologías de IA, como los agentes habilitados para la IA gen que actúan en el mundo. Y todavía hay mucho margen para la adopción de la IA analítica.
A medida que las empresas aprovechen estas oportunidades habilitadas por la IA, la industria podría convertirse en un escenario.
Dado el rápido ritmo de desarrollo y los avances en IA, es probable que muchos aspectos de este campo experimenten cambios considerables para 2040, con un potencial significativo de crecimiento y dinamismo descomunales en las próximas dos décadas.
Los desarrollos en IA analítica e IA gen se preparan para impulsar el crecimiento de la industria al mejorar la productividad empresarial y de los trabajadores.
Hoy existen más de 500 usos de la IA y se estima su posible impacto económico, que tendría dos componentes. El primero es el valor económico añadido por la IA analítica, como el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo, que podría ascender a un estimado de 9,4 a 15 billones de dólares en 2040
El segundo componente es el valor económico añadido por la IA generativa. Alrededor de 2,6 billones a 4,4 billones de ese valor anual provendrían de casos de uso empresarial de IA gen, y alrededor de tres cuartas partes de ese valor estaría en cuatro áreas: operaciones con clientes, marketing y ventas, ingeniería de software e investigación y desarrollo. Estos casos de uso incluyen aquellos que reducen costos, así como aquellos que aumentan los ingresos de las empresas individuales y aumentan en general la productividad en la economía.
También deben considerarse las ganancias de productividad de los trabajadores del conocimiento individuales, al automatizar aspectos de sus ocupaciones. La incorporación de todos estos casos de productividad individual habilitada por la IA gen, además de los casos de uso empresarial, podría desbloquear un total de 6,1 a 7,9 billones de dólares de valor anual.