Especialistas revelan que la basura y los desechos que generan los humanos es un problema “tremendo”, que se ha agraviado con el aumento de la población. “Cada vez somos más gente, con los desarrollos inmobiliarios hay más basura y todos estos elementos sueltan lixiviados al contacto con las lluvias que van a ir a derramarse al manto freático, cuando no están siendo depositados en lugares específicos, al acuífero” y subsuelo.
Existen basureros a cielo abierto, clandestinos en carreteras, calles, y hay que tomar en cuenta que los desechos contaminan la tierra y el aire; a la vez, que al manto acuífero lo dañan los detergentes y químicos. Aunado a esto, está el problema de las heces fecales, el fecalismo al aire libre, que también se agrava con el incremento de la gente y a pesar de todo siguen dando permisos y tolerando a los desarrolladores que cada día se vuelven más voraces y van creciendo hacía los municipios conurbados. El crecimiento poblacional, estilo de vida y la sobreexplotación de los recursos, han deteriorado notablemente al planeta en el que vivimos; cada día se genera más basura y consecuentemente los lixiviados; que son los líquidos que circulan entre los residuos que se encuentran en los vertederos.
El proceso de lixiviación se da durante procesos de fermentación y descomposición de la materia orgánica, como consecuencia de la filtración de agua procedente de las lluvias que percolan entre los residuos y arrastran compuestos químicos y materiales biológicos. Son muy contaminantes y un peligro para el medio ambiente y la salud de los seres vivos, es por eso que deben ser tratados correctamente. Es por eso que no se entiende como toleran a los desarrolladores que van creciendo y no hay un plan “de tratar la basura o de reciclaje” y no dañar contaminando” el medio ambiente
Por eso preocupa el desmesurado crecimiento urbano de la Ciudad de Mérida, ha crecido casi 100 veces, ocupando una superficie de 800 Km2 . Según los últimos censos de población, el estado de Yucatán supera los dos millones de habitantes, de los cuales, el 43 por ciento se concentra en la ciudad de Mérida, asegura el investigador del área de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Universidad Autónoma de Yucatán (CIR-UADY), Emmanuel Heredia González.
El especialista detalló que con más de 400 años, la ciudad ha crecido de una manera desmesurada pues a comienzos del siglo XIX esta situación no era igual, porque históricamente, desde la época colonial, las tres poblaciones más importantes de la península, hasta el día de hoy, eran Mérida, Campeche y Valladolid. El también investigador del CIR Sociales, Jorge Pacheco Castro expuso por qué se ha dado este crecimiento urbano, los impactos que ha tenido esta expansión y los cambios estructurales que ha ocasionado en la economía, las relaciones sociales, en la cultura y lo más preocupante el uso del suelo y la contaminación del subsuelo que van generando, como es el caso de la basura.
Destacó que para la década de los setenta se inició el primer complejo residencial y deportivo para familias de clase alta, el Club de Golf La Ceiba, siendo esta la primera urbanización cerrada de todo el sureste mexicano. Afirma también que el crecimiento de la ciudad hacia la zona norte se dio de modo explosivo para finales de la década de 1990 y principios de la del siglo actual, ya que durante esos años surgieron numerosos complejos habitacionales como Las Américas, Las Haciendas en Temozón Norte, Cocoyoles, Vía Montejo, Real Montejo y otras privadas residenciales como La Isla, Altosano, entre otros; sin planeación integral urbana y no midieron las consecuencias de las toneladas de basura que ahora se generan y van a parar a los basureros legales y clandestinos; pero sobre todo contaminando el manto freático