Lady Demandas resultó mamá gallina
Justo hoy que conmemoramos el Día de la Libertad de Expresión, sale a la luz otro penoso escándalo de la Señora Diputada Olga Lucía Romero Garci-Crespo, la célebre “Lay Demandas”. La mamá gallina que puso a trabajar a su pollito en el gobierno poblano, sin ningún pudor y abusando de su poder, como acostumbra.
La diputada por Morena, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, Mónica Caballero Garci-Crespo, su nombre real, entre sus prácticas ventajosas e ilegales, ahora se sabe que favorece a su familia, a costa del erario público poblano.
El hijo de la célebre Lady Demandas, cobra su sueldo mensualmente en el gobierno poblano, es un funcionario más, como su tristemente célebre madre. Hoy sabemos que este hijo mayor, presuntamente, abogado de profesión, trabaja en el gobierno poblano. ¡El vástago también recibe un sueldo del presupuesto público! Mientras Olga Lucía Romero Garci-Crespo exhibe una penosa muestra más de su nepotismo y tráfico de influencias.
La diputada es una de las vergüenzas de su partido, como lo son todos esos políticos aprovechados que mantienen sus lujos con el presupuesto público, con los impuestos del pueblo que los mantiene. Y todavía se dan el lujo de ser presuntuosos y no trabajar. Así, cualquier cínico es apto para ser diputado. Ladrona de cuello blanco, a la que tarde o temprano le llega su hora. El que ríe al último ríe mejor.
Lamentable la tomada de pelo a los electores poblanos que cada día descubren otra jugada sucia de la diputada, que ahora también resultó mamá gallina, arropando a su polluelo bajo sus faldas. Al menos ahora descubrimos que su familia es unida en amor e impunidad, al parecer, todos son cómplices. ¿Hasta dónde tienen las manos untadas en los crímenes de Lady Demandas? La verdad saldrá a la luz.
La representante del partido guinda, el que se dice “anticorrupto”, aunque sea de nombre. Es tiempo que Andrés Manuel López Obrador mire las vergonzosas prácticas nepotistas de los funcionarios públicos poblanos que representan a su partido y continúan sirviéndose del pueblo. Alto a la impunidad, alto a la burla a los tehuacanenses.