La doble moral de la Garci-Crespo es atrevida
El célebre día naranja que se conmemora los 25s de cada mes es un pertinente recordatorio para promover el cese a la violencia contra las mujeres. El Día Naranja.
Pero en el caso específico de la señora presidenta de Morena, Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crespo, la vestimenta naranja es una burla a las mujeres.
Una mujer violentando a otras mujeres es una aberración. La Garci-Crespo lleva años violentando mujeres y obligándolas a prostituirse. Una vergüenza para otras mujeres que alzan la voz y buscan mejores oportunidades en lo público y lo privado.
Recordemos que es una funcionaria pública al supuesto servicio de un partido y, por el otro lado, no es más que una vulgar madrota en sus prostíbulos y casas de juego, y que este oficio lo heredó de su madre. Todavía más escandaloso aún… SI PROPIA MADRE LE ENSEÑÓ A MALTRATAR A OTRAS MUJERES.
Sus mismas víctimas han denunciado a la presidenta de Morena Puebla, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, o la famosa Monina, como se le conoce aún en su familia y en Tehuacán, como su verdugo que las golpea y amenaza de muerte para obligarla a prostituirse.
La doble moral de esta política de octava es realmente atrevida y apesta. Es urgente que México conozca la verdadera cara de Olga Lucía Romero Garci-Crespo, o la Monina proxeneta y que acabe tras las rejas.