Las fuerzas de seguridad israelíes mataron este sábado a cinco palestinos en Cisjordania ocupada en una operación militar en la que también demolieron la vivienda de uno de ellos, cuya identidad se desconoce, informó la agencia de noticias palestina Wafa.
Fuerzas israelíes impusieron esta madrugada un toque de queda en la localidad de Deir al Ghusn, situada en el norte de la ciudad de Tulkarem, y rodearon una vivienda de la localidad.
La agencia precisó que, según las autoridades israelíes, los uniformados buscaban a un grupo de jóvenes acusados de matar el pasado noviembre a un soldado israelí en un ataque armado a la entrada de la aldea de Beit Lid, al este de Tulkarem.
La redada duró unas trece horas, según Wafa, y en ella fueron usadas unidades de infantería, drones de reconocimiento, misiles y granadas, causando la muerte a cinco palestinos. Los cuerpos de cuatro de ellos todavía continúan retenidos por las autoridades.
Según Wafa, «las fuerzas de ocupación» desplegaron un cordón militar alrededor de la casa y colocaron francotiradores en los tejados de los edificios más elevados de la zona, antes de comenzar a disparar y lanzar bombas, lo que provocó un corte de electricidad en el área.
Tras cuatro horas de asedio, las tropas comenzaron a demoler con palas excavadoras los muros de la vivienda, de donde sacaron un cadáver que, según la agencia, dejaron en el suelo, sin permitir a los servicios de emergencia que fuera a recuperarlo.
Además del edificio, las fuerzas israelíes derribaron infraestructura civil y árboles cercanos a la vivienda y destrozaron varios vehículos en medio de un intenso vuelo de aviones de reconocimiento.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05) y en lo que va de año al menos 167 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles -incluidos cerca de una treintena de menores-, según el recuento de EFE.
Ello ocurre tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
Tras el ataque de Hamás del 7 octubre, el Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en la Cisjordania ocupada, donde ya han muerto cerca de 500 palestinos en incidentes con Israel, principalmente con tropas, pero también con colonos.