A pesar de la estrategia de seguridad implementada en Chilpancingo, Guerrero, por la ola de violencia desatada en la ciudad, el transporte público volvió a suspender el servicio tras un nuevo ataque armado que dejó un chofer muerto y un herido.
Los hechos ocurrieron durante la noche del lunes 12 de febrero, cuando un grupo armado disparó contra una base de camionetas del transporte público.
En el ataque, falleció el conductor identificado como Alejandro “N“, conocido como “El Profe“, y un transeúnte llamado Leonardo “N“, resultó herido.
Varias personas más sufrieron crisis nerviosas en el lugar.
Las autoridades iniciaron una investigación por homicidio y lesiones para esclarecer el ataque, mientras tanto, el transporte público suspendió y las escuelas han optado por mantener clases virtuales debido a la falta de condiciones seguras para el regreso presencial a los planteles.
Este nuevo episodio de violencia se produce a pesar de la presencia de unos 500 soldados del Ejército, la Guardia Nacional y agentes de la Policía Estatal desplegados en la zona en una operación de seguridad.
Aunque el gobierno había afirmado previamente que la seguridad estaba garantizada para choferes y usuarios, la realidad parece indicar lo contrario.